Gustavo Matosas acaba de convertirse en el nuevo entrenador de la selección nacional de Costa Rica, y ha levantado buenas expectativas en la afición tica. Ha dirigido a equipos como Peñarol y Danubio en Uruguay; León, América y Atlas en México; Cerro Porteño de Paraguay y Estudiantes de Argentina.
Ha levantado los trofeos de liga uruguaya con Danubio, el Ascenso mexicano y dos Ligas MX con León. Además, en 2015 ganó la Liga de Campeones de CONCACAF con el América. Actualmente tiene 51 años.
Una de las principales virtudes de Matosas, es conocer al dedillo el funcionamiento táctico tanto del esquema con línea de cinco, como el del esquema con línea de cuatro defensores. Esta versatilidad se ve plasmada al también jugar con uno o dos delanteros. Estas decisiones dependen principalmente de los jugadores con los que cuente en su planilla. Sin embargo, esto podría cambiar al llegar a una selección nacional, donde las opciones a elegir son más amplias y no está limitado a un grupo de jugadores específico.
Antes de encerrar su estilo, hay que dividir su estrategia según el partido que se le presente.
1- Partidos en los que es "superior" al rival
En estos casos suele inclinarse por un 4-1-3-2. Con esta alineación, logra aglomerar jugadores en ataque sin perder el balance en media cancha. Los laterales se suman al ataque (usualmente uno más que otro), mientras que el contención se encarga de dos funciones: distribuir el balón en salida, y cortar juego entre líneas o al defender un contraataque. Los tres volantes que se encuentran adelante del contención, suelen ser rápidos con el balón y de buen toque, pues suelen rotar sus posiciones entre sí, para confundir al rival. Por último, utiliza dos delanteros clásicos.
2- Partidos con un rival exigente
Al tener en frente a un equipo más virtuoso, lo que hace es modificar a un 4-2-2-2. En este estilo, el equipo posee dos jugadores más centrados en media cancha, usualmente un contención y un volante mixto. Esto le da más capacidad para controlar la media cancha y neutralizar el ataque contrario. Los volantes exteriores en este caso no rotan ni cambian de posición y suelen ser los clásicos "extremos" desequilibrantes, pero también con responsabilidad defensiva, y finalmente los dos delanteros, usualmente uno de enganche y otro que es el típico nueve.
3- Partidos ante un rival "más complicado".
En los escenarios más difíciles, Gustavo suele recurrir a una alineación de 5-3-2. En estos casos el equipo suele tener un poco más de piernas en campo propio, pero sin renunciar al ataque. En estas situaciones, su ataque suele ser más centralizado y directo. En medio campo, utiliza dos contenciones y un medio ofensivo, más dos delanteros que suelen estar más separados que en los dos esquemas anteriores. Por medio de este sistema, la carga de las bandas cae sobre los laterales, con cierta colaboración de los medios. Como en esta opción hay tres defensas centrales, los laterales tienen la facilidad de desplegarse tal como lo hizo Costa Rica en Brasil 2014. Luego de esto, en ataque, se debe confiar en el talento del mediocampista ofensivo, y la colaboración de uno de los dos contenciones.
Matosas también ha utilizado formaciones de 4-2-3-1 y de 4-3-3.
Con el equipo de León, resaltó por buscar siempre un juego vistoso y ofensivo, jugando siempre hacia adelante. Los jugadores a los que ha dirigido, han mencionado que es un hombre con liderazgo y carácter fuerte, pero también con el que se puede conversar abiertamente.
En Costa Rica sería novedoso volver al esquema con dos puntas, pero personalmente creo que el sistema de 4-2-3-1 le caería bien al estilo de la selección. Lo que se necesita es encontrar al jugador que pueda echarse al equipo al hombro en ataque.